Si me sigues en Instagram seguramente ya te enteraste que nuestra querida bebé, Mila Valentina, ya nació. Fue el 1 de marzo del 2020 en la ciudad de Guayaquil cuando finalmente la pudimos conocer. Desde ese día no he parado de tomarle fotos con mi celular y mi cámara personal. ¡Cada día nos enamora más!
Había imaginado la sesión de Mila mucho tiempo antes de que llegue el día de su nacimiento y lo que menos me imaginé al planear y hacer las fotos es el VALOR que esto sumó en mi y en mi trabajo, por primera vez tenía en mi mente algo diferente a:
- ¿Cuántos sets se realizarían en la sesión?
- ¿Qué utilizaremos?
- ¿Cuánto tiempo va a tomar?
- ¿El bebé estará tranquilo?
- ¿Será una sesión difícil?
Y mucho menos lo que representaría económicamente. Únicamente tenía en mente la comodidad y confianza que brinda tener un fotógrafo profesional que se encargue de hacer mis ideas realidad, que se encargue de obtener el recuerdo perfecto de mi bebé, cuidando cada detalle tanto creativo como en el cuidado y seguridad del recién nacido; y mientras pasa todo esto estar tras cámaras babeando por mi bebé y chochándolo como toda MAMÁ.
Y es que las fotografías llegan a ser tan importantes en nuestras vidas que se vuelven objetos mágicos que nos hacen retroceder el tiempo y volver a vivir esas emociones, volver a sentir a quienes amamos y ya no están con nosotros y mantener vivo lo que nuestra frágil memoria puede olvidar.
Preparando la sesión
Intenté dejar todo elegido: colchita, vestuario, canasta, cintillos, TODO. Porque sabía que cuando la realizaría tal vez estaría adolorida, incomoda o agobiada. La única “guía” que tenía para saber como me podría sentir eran las mamás que me han confiado a sus bebés, pero he visto algunas que están como si NADA hubiera pasado, cero dolor, agachándose conmigo a acomodar al bebé, súper relajadas e incluso arregladas. Así como también mamás que hacen su mayor esfuerzo pese a que aún sienten dolor y por supuesto van cansadas y sonrientes; saben que es algo que vale la pena porque aunque los primeros días sean caóticos pasan MUY rápido y siempre querrás vivir y recordar nuevamente esos momentos.
Empecé a guardar ideas para la sesión de fotos desde que habíamos decidido ser papás (para los que me conocen sabrán que es verdad. Soy demasiado planificadora en ese tipo de cosas). No se si fue bueno o malo. Porque a los siete meses que realmente decidí ELEGIR colores y vestuario, tenía tantas ideas que no sabía por donde empezar.
Finalmente logré elegir los que más me gustaban pensando en la foto que pondría en su cuarto, que combine con la decoración, pero a su vez en el portarretrato que pueda poner en la sala, que sea un color que no contraste demasiado y sin olvidar una temática con mi personaje favorito desde siempre (la sirenita).
Tenemos unos trabajos handmade tan hermosos en Ecuador que es casi innecesario pedir por internet. Me faltaba conseguir cintillos, vestuarios y una coronita de flores que había visto y me fascinaba. Mandé a hacer los trajes con Andrea Villafuerte que tiene su marca OnlyChic y realiza vestuarios personalizados especialmente para sesiones fotográficas. Le di mis ideas y pues las hizo realidad, todo fue perfecto y tal como lo quería. Así mismo había visto el trabajo de María José con su marca Alejandrina, ella tiene un trabajo maravilloso con flores preservadas y se encargó de ese detalle que me faltaba. Si están pensando en hacer la sesión de su bebé, ya sea recién nacido o de la edad que tenga, no duden en contactarlas.
Realizando la sesión
Había planeado la sesión en 2 partes ya que sabía que no podía ser fotógrafa y mamá en un solo día. El primer día estuvimos Ale (mi hermana, quien ha trabajado conmigo siempre en las sesiones), mi esposo, Mila y yo. Avanzamos 2 sets y al siguiente día completamos con las fotos familiares, pero esta vez tenía también el apoyo de Joshua (quien trabaja con nosotros desde hace algunos años).
Posé y tome la mayoría de fotos de Mila, ella se porto demasiado bien, durmió todo el tiempo que se lo pedí. Envolver y hacer cada postura con tanto cuidado solo me hace agradecer una vez más a cada persona que me ha confiado a su precioso tesoro. Lo había hecho tantas veces, pero era inevitable estar nerviosa porque esta vez esos piesitos, esas manitos delicadas eran una partecita de mi, mi bebita, ¡con la que había soñado hacer eso tantas veces!
Quise también hacer una foto de generaciones con mi mamá y mi abuelita, las mamás definitivamente nunca dejan de ser MAMÁ y digo esto porque gracias a Dios pude estar con ella los primeros días de Mila, saber que cuentas con la persona que te ama de una manera tan incondicional puede hacerte la más valiente en momentos tan delicados como este, saber que es la única persona que realmente entenderá nuestro sentir. Creo que no tendremos nunca un regalo más lindo que esta foto, juntas, con salud y tan felices.
Obviamente no podía faltar la foto de Mateo (mi hermanito) con Mila, quienes siempre serán mis bebes sin importar la edad que tengan.
Mil mil gracias a mi esposo por acolitarme aunque no estaba 100% recuperada aún y entender lo importante que era para mi, gracias a Ale y Joshua me encanta trabajar con ustedes. Y a OnlyChic y Alejandrina tienen unas manos mágicas.
Les comparto algunas de las fotos, no todas porque ser mamá y editar fotos no es un trabajo muy fácil que digamos.